miércoles, 9 de julio de 2014

ALEMANIAZO



No voy a escribir aquí la crónica sobre el partido de ayer porque eso ya lo hizo mi compañero Pedro, tampoco voy a hablar de si el karma con España tuvo algo que ver en que Brasil esté fuera del Mundial en el que ejerce de anfitriona y que haya salido por la puerta de atrás, no, de eso no voy a hablar.

El motivo de este post es analizar si las importantes ausencias en semifinales de dos de los mejores jugadores de Brasil como son las de Neymar y Silva han tenido algo que ver en la masacre que vimos en lo que pareció una guerra donde los únicos vencidos eran los brasileños y los claramente vencedores se hacían llamar Alemanes.

Y eso es lo que vimos, un Alemaniazo que no nos dejó pestañear por miedo a perdernos más goles. Quizá los españoles celebramos cada gol de los que arrasaron como si de un huracán se tratase llevándose a todo Brasil por delante sin piedad alguna y festejando cada uno de esos balones que atravesaban la red una y otra vez.
 
Jugó bonito el conjunto alemán, y es que desde Sócrates los brasileños han renunciado a él. Quizá fue la humildad lo que faltó en un terreno de juego en el que antes de saltar al césped los de Scolari ya daban por ganada no sólo la batalla, sino la guerra. Era el Mundial de Brasil. Sonó la flauta en el 94 y en 2002, pero han caído con todo el equipo por su traición, y en casa, que duele quizá más.

Atrás queda lo que ya sólo será una anécdota de la historia de los mundiales, y ya no hablo sólo de la goleada de 7 goles encajados, sino de las lágrimas desconsoladas de David Luiz, llorando como si no hubiera mañana.

LA AUSENCIA DE LOS CRACKS

Silva, ese jugador que ha significado tanto para el equipo anfitrión, ése que se proclamaba muralla entre su afición, el mismo que en cuartos se expuso a una absurda (sí, totalmente absurda) tarjeta amarilla que le dejaba fuera de semifinales, el mismo que no vaticinó que nunca llegaría a jugar la final. 

Su ausencia (a mi parecer) no cambió nada. Absolutamente lo mismo que la de su compañero de equipo Neymar. Gran Mundial el que hizo el joven brasileño que se echó en muchos momentos la responsabilidad de toda su tropa a las espaldas. No fue así en el partido ante Alemania, la mala fortuna y un rodillazo de Zúñiga en partido de cuartos le hizo perderse el Mundial sí o sí, dejando su ejército a la deriva.

EL PARTIDO SIN NEYMAR Y SILVA

Un equipo que llega a un Mundial dando por ganados todos los partidos ANTES de jugarlos, debe contar con 11 jugadores que se dejen la piel en el campo, y no sólo eso, sino que además cuenten los once con un talento innato que sea el que les diferencie de los demás. Brasil no tuvo once, ni siquiera se le acercó en número. 

Fue justa, merecida y casi necesaria la derrota de la canarinha ante una selección bávara que les puso los pies en el suelo, y ante eso, poco podían haber hecho Silva y Neymar.

LA FINAL

Ya tenemos el primer finalista que se batirá en duelo con el vencedor del partido de esta noche: ARGENTINA-HOLANDA.

Una argentina que busca su cuarto Mundial, y una Holanda harta de sólo acariciar el título sin llegar a cogerlo. Señores y señoras, empieza la función.

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