La victoria de Brasil en el partido de cuartos del final de
la Copa del Mundo ante Colombia les ha dejado un mal sabor de boca. El precio
que ha tenido que pagar la selección canarinha para clasificar a su equipo pasa
por una lesión del que ha sido hasta ahora su estrella más brillante en esta
competición.
Cuando todo el mundo hablaba de la participación que el
brasileño Neymar Jr. estaba teniendo junto a su equipo luchando por dejar en
casa el máximo trofeo en este mundo llamado Fútbol, entonces llega Zúñiga, ese
colombiano encargado de cubrir al espectáculo personalizado, al número 10 de
Brasil, y se lleva por delante la participación de éste último en la copa del
Mundo.
No fue castigado el colombiano ni siquiera con un pitido del
árbitro señalando una falta que no sólo merecía una tarjeta amarilla, sino que
podría haberse sonrojado terminando en una roja directa. Pero el árbitro
español no lo vió o no lo consideró oportuno.
Lo cierto es que el partido estaba en su mejor momento,
después de una primera parte totalmente dominada por Brasil, donde Colombia
parecía estar desubicada en un partido en el que se jugaba nada más y nada
menos que la clasificación a unas semifinales que les harían hacer historia en
su país, y en la que pudimos ver cuán grandísimo jugador es un tal “David Luiz”,
ese que le puso pie y medio a su selección en semifinales tras marcar un golazo
de falta directa que hizo levantar a todo un estadio para rendirse a sus pies
ante tal disparo.
Comenzaba la segunda parte del partido y Colombia parecía
creerse que aún podía remontar un partido que tenía por delante 45 minutos para
dar guerra a los brasileños. Y así lo hicieron, sufrieron los amarillos y de lo
lindo, pues por fín vimos aparecer a ese gran jugador que es James, pero que
anoche no tuvo fortuna de cara al gol, como ya nos tenía acostumbrados.
Es entonces cuando en la disputa por un balón en el aire, el
Colombiano Zúñiga le ganaba la partida a Neymar, llegando con fuerza y con la
rodilla por delante del cuerpo, propinándole tal golpe al brasileño que no pudo
más que quedar tendido en el suelo y quejarse ante semejante dolor.
“Está
perdiendo tiempo” pensarían algunos, pero lo cierto es que el jugador culé tuvo
que abandonar el terreno de juego en una camilla y con evidentes gestos de
dolor que se tradujeron después, tras el parte médico, en una rotura de la
tercera vértebra, alejándole de un campo de fútbol durante al menos ocho
semanas, lo cual pone al jugador fuera del mundial sin poder jugar ni un solo
partido mas.
Por si fuera poco, Thiago Silva le hizo un flaco favor a su
equipo cuando en un saque de puerta del portero colombiano, se puso delante
para impedirle sacar, lo que le hizo ganarse una clarisima cartulina amarilla
que le imide jugar el próximo partido de semifinales ante Alemania.
Esperamos ansiosos el partido más dificil para Brasil en
este mundial, sobretodo con estas dos bajas.
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