sábado, 5 de julio de 2014

Bienvenido Suárez y tres adioses con el corazón (por Raúl S. Saura)

 
El mordedor, el charrúa cósmico, el killer del área y buscador del gol Luis Suárez parece estar más cerca que nunca de vestir la eslástica azulgrana la próxima temporada, como afirma el periodista Xavi Torres. El acuerdo se cerraría por 79'2 millones, aunque el principal escollo (seguramente el único) consiste en Alexis Sánchez. El atacante chileno se ha convertido en objeto del deseo de los de Anfield para sustituir a Suárez y el chileno comparte sus intenciones de marcharse, conocedor de que ante la nueva competencia poco puede hacer. El nulo tacto de la directiva, el frío rumor de la grada también le han ayudado a decidirse. Sin embargo, sus intereses miran más a la Juve, al Arsenal y el trabajo del club consiste ahora en convencerle de que marche a Liverpool y a ningún sitio más. Alexis, que vino en verano de 2011 junto con Cesc Fàbregas, no ha terminado por adaptarse al equipo estas tres temporadas por muy buen papel que luego cumpliera con la Roja chilena. Su mayor aportación al club provendrá de su traspaso, al parecer. Así que, adiós con el corazón Alexis
 
Muchos me criticarán por abrirle las puertas a Suárez y que entre así mejor al club catalán después de lo que dije aquí. Me mantengo en lo dicho: considero más necesario incorporar a dos buenos centrales que a Suárez, critico a la directiva por no querer emplear 40 millones en contratar a un Mangala o un Laporte pero por insistir en Luis por 80 o más. Ahora bien, a nadie le amarga un dulce y todos sabemos que el uruguayo encjará a la perfección en el nuevo combinado de Lucho. Caracterizado por su velocidad, su garra, olfato y la ambición de ganar cada partido, sirve como acicate ideal para sacudir un vestuario excesivamente acomodado e inmovilista. Y además, sabiendo colocarle de 9 puro a la espera de los pases endiablados de Messi, Neymar, Rakitic e Iniesta, con la magia del brasileño y el desequilibrio del argentino, el instinto killer del charrúa podría originar la mejor tripleta de todos los tiempos. A nadie le amarga un dulce, a nadie le amargan los 100 goles entre tres por temporada (en potencia, sí, y por tanto bastante probables). Por lo tanto, bienvenido Suárez. A ver si entre tú, Luis Enrique y Rakitic volvemos a ver un Barcelona corredor sobre el campo y fuerte de nuevo.
 
En otro orden de cosas, ayer Neymar da Silva Junior dijo adiós al Mundial de Brasil 2014 cuando Zúñiga quiso aliñarle las vértebras y terminó por romperle una en el Brasil-Colombia de ayer en el que los anfitriones consiguieron el pase a semifinales. Estará de baja de 4 a 6 semanas y su carrera no corre peligro, algo que por un momento llegó a temerse ante su rostro de dolor e impotencia. Zúñiga mereció una sanción ante la que Suárez palideciera, que un rodillazo en la espalda no puede excusarse (como un mordisco) pero sí marcar la vida a peor del damnificado (no como un mordisco). Neymar comienza unas vacaciones descorazonadas, confiaba en ganar el Mundial con su selección en casa y ahora su recuperación le monopolizará la rutina durante un tiempo. Pobrecito, que dice adiós al Campeonato. Parece responderle adiós con el corazón Neymar.
 
Este adiós viene como contestación a mi compañero Diego López por su artículo anterior.Yo no critico a Víctor Valdés, desvinculado del Barcelona desde el 30 de junio de forma oficial y vilmente descartado por el Mónaco hace menos de una semana para ocupar el puesto bajo palos del pujante conjunto. Critico que, ciertamente, anunció su salida de forma excesivamente anticipada, algunos apuntan a que sólo pretendió llamar la atención y que todos los focos recayeran sobre él. Lo dudo, los habría atraído anunciara cuando anunciara y eso él lo sabe. Probablemente intentara que el club de sus amores buscara un recambio de garantías para tamaño trabajo. Y lo lograron por partida doble, con Ter Stegen y Claudio Bravo. De cualquier manera, el tiro le salió por la culata como dice el amigo López y ahora él, uno de los mejores cancerberos del globo, quien se prometía incluso la titularidad este Mundial con España frente al todopoderoso Casillas, está sin equipo y lesionado. Una pena. Por ello veo bien que el Barça le proponga un contrato de un año con las mismas condiciones que hasta ahora, mismo salario. No con intenciones de que jugara, porque poco podría, sino como una muestra de apoyo del equipo hacia él por todo lo que ha supuesto. Por ese liderazgo bajo palos que tanta seguridad atrás y tantos trofeos en las vitrinas ha reparado, por esa profesionalidad y ese talento innegables. El fútbol apela a las emociones, al sentimiento y la irracionalidad, y una operación de este tipo, sin ningún beneficio, debería realizarse y promoverse en nombre de alguien tan ilustre como Víctor. Por lo que fue, por lo que ha sido y, esperemos, vuelva a ser sin importar donde, adiós con el corazón Valdés.

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