jueves, 10 de julio de 2014

Mil maneras de ganar

Por Enrique Pedreira


Un día fue Messi, otro día fue Di María, otro Higuaín...y ahora Romero, si el portero, el tan cuestionado portero, el puesto que para todos debería de ocupar Willy le ha dado a Argentina su Final, 24 años después se repetirá ese Alemania-Argentina, que dejó a Maradona sin otra estrella más en su pecho, pero en la repetición, un jugador, Leo Messi, puede unirse a el, a Di Stefano, a Cruyff y a Pelé. Los 4 magíficos ya no caminarían solos, si es que aun lo hacen, Messi se convertirá en el 5º fantástico sin ningún genero de debate, y probablemente el el jugador más grande de todos los tiempos, pese a quien le pese.
Poco decir del partido, soso anodino, malo, con 90 minutos de jugar no perder y una prórroga con más de lo mismo, con los dos equipos mostrando sus miedos y sus carencias, que de seguro Low habrá tomado nota, y con un jugador inconmensurable, Javier Mascherano, el mejor jugador del partido, partiéndose la cara en defensa, dando salida a su equipo en ataque, muy falto de Di María como enganche con Messi y Agüero, y mostrando una garra y un pundonor que su apodo de Jefecito debería de pasar a se JEFAZO.
Y nada más...ni ocasiones claras, ni un atisbo de emoción, más allá del marcador, en el que los minutos pasaban lentamente, pero el fútbol a veces es así, y los mundiales también se ganan así.
La Copa del Mundo seguirá debiendo una estrella a Holanda, puede coronar a Messi como el mejor de todos los tiempos sin discusión o puede hacer justicia con Alemania..y todo pese a quién el pese.

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